Phillipe Starck
La libertad está dada tanto por el corazón como por la cabeza. Corazón que bombea sangre que hace que el cerebro obedezca el designio inicial de ir más allá.
Aquel designio llega a nosotros y dentro se transforma, se moldea se reinventa y en la mayoría de los casos pasa nuevamente por el músculo central para tomar pasión y salir a flote como una idea, como un concepto.
Así funcionamos.
De esa forma vemos la vida, y nuestra vida está llena de luces – serán esas luces las que nos llevan a la libertad- y está llena de colores, y de formas y de sonidos, y de pequeños y grandes detalles – que en realidad son los que más importan-.
Nuestra vida tiene pop, pastel, naif, bauhaus, neo barroco, minimal y maximal reposando en un chaise longe, sin tocarse ni voltearse a ver o enlazados bajando en un arnés hasta tocar una alfombra iluminada con destellos de laser o neon.
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